Escribir es la manera de
evadirse de la realidad. De desahogarse. Es la forma de expresar unos
sentimientos que no tenemos claro y necesitamos expulsarlos, decirlos y
gritarlos.
Las palabras nos lo
facilitan. Nos dejan emitir los sonidos con su pronunciación y nos permiten
disfrutar de la más bella de las manifestaciones.
Al escribir, al dejarnos
llevar, disfrutamos de verdad. Es solo entonces cuando vemos que nos hemos
equivocado y que nada de lo que hacemos lo sentimos de verdad. Solo pensamos
aquello que escribimos e ignoramos el resto. Las emociones se deslizan en cada
sílaba y en cada letra corren las lágrimas que un día derramamos sin saber por qué.