La frialdad que empezamos a desarrollar a principios
de aquel mes fue la que nos llevó al fracaso, a la derrota. No se debió a
ninguna decisión que tomamos, ni siquiera a un hecho relevante. Fue simplemente
el orgullo el que nos llevó a la perdición. Ninguno de los dos admitimos que
llevábamos tanto tiempo queriéndonos que hacía mucho que los días y noches se
confundían, y que ya no sabíamos distinguirlos. Pero tampoco pudimos reconocer
que jamás logramos amar a otras personas
que a nosotros mismos. Tú nunca te quisiste más que a ti mismo, y yo no me enamoré de
otra que no fuera yo.
Dedos que rozan mis suaves labios recién pintados dejando en ellos el intenso rastro rojo
domingo, 24 de noviembre de 2013
lunes, 18 de noviembre de 2013
Hogar
domingo, 17 de noviembre de 2013
martes, 12 de noviembre de 2013
Hasta luego
Porque si quererte supone
perderte, ojalá no volviéramos a vernos. Ojalá nos olvidásemos y con ello
dejásemos atrás una pasado que no debimos empezar. Un pasado oscuro y
siniestro, sin más luz que la que hoy está todavía iluminándonos. Sin más
sueños que siguen entrando en nuestra mente a altas horas de madrugada y que no
escapan hasta el día siguiente. Sin más días que queden saciados por las ganas
de verte, tocarte, sentirte aquí a mi lado y despedirnos con un “hasta luego”.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Suspiros, palabras, silencios e intuición
Dicen que el amor es para
siempre. Y sin embargo, un suspiro basta para matarlo. No solo hablamos de
suspiros, sino también de palabras que dañan y silencios que alejan. Si
supiéramos en que momento va a suceder, posiblemente tratáramos de evitarlo y
hacer todo lo posible para saltárnoslo en la inalterable línea del tiempo. Pero
como no podemos hacerlo, simplemente dejamos que nos arrastre la monotonía y
esperamos a que suceda. Siquiera la intuición en estos casos puede salvarnos y
nos condena a un final inesperado y quizás estratégico por alguna de las dos
partes.
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