viernes, 25 de julio de 2014

Pero hasta entonces no me olvides

Y sonríes cuando te enamoras, ríes cuando te emocionas y lloras cuando te enamoras.

La vida es injusta, y tú lo sabes. Pero no puedes hacer nada. Solo te puedes poner a rezar y a aprender a perdonar. Porque, recuerda, que el perdón y las ganas de llorar van juntas, al igual que vuestras manos se volverán a entrecruzar. Pero hasta                                                   entonces: no me olvides.


No hay comentarios:

Publicar un comentario