Y ahora te escribo, cuando
ya no debo hacerlo. Solo espero que nunca leas estos reflejos de mi alma aquí
plasmados, pues no te los mereces más explicaciones de las que ya te di.
No simboliza nada que esté
pensando en ti, lo único, quizás, que te estoy olvidando. Las ilusiones que un
día tuvimos son ahora olas que rompen contra mi corazón, sin ningún muro capaz
de frenarlas y evitar así su erosión. No es que me esté rompiendo por dentro,
no. Mi mente es fuerte y sé que podré volver a amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario